Maya de Brínzola
Llueve… Otra vez…
¡Como para no llover!
Igual que cuando nos dejó tu madre, días tristes se instalan para despedirte a ti…
Mi líder…
Mi guía…
Mi niña caprichosa y consentida…
Mi chica de la suerte…
Mi ojito derecho…
Mi Maya…
Desde el día que naciste destacabas entre todos los demás, por tu carácter, tu comportamiento, tu saber estar.
No dude ni un segundo de que tú estabas llamada a ocupar un puesto importante en nuestra manada, en nuestro equipo y en nuestro corazón.
Has sido nuestra líder infalible, has confiado siempre en mí, dispuesta a saltar al vacío sabiendo que yo nunca jamás te dejaría caer, y nosotros te hemos seguido a cada paso, con la confianza ciega de que nunca nos ibas a fallar.
Con nueve años recién cumplidos un fulminante tumor te aparta de nosotros demasiado pronto, casi sin tiempo para despedirnos, sin una última carrera, sin un último paseo…
Tan sólo una última caricia y te dejamos descansar en paz.
Vuela libre hacia el arcoiris mi pequeña.
Nosotros no te olvidaremos jamás…
Missing You…
Mushing You!