Kira de Brínzola
Llovía.
¡Como para no llover!
No podía ser un día alegre el día que tú te separases de mí.
A punto de cumplir los 13 años, casi 10 años a mi lado desde que te adopté. Llegaste como un tornado a mi vida y la pusiste patas arriba.
Recuerdo aquel primer día como si fuese ayer. También llovía.
Llegaste marcando tu territorio, como siempre, dejando claro quién manda. Mordiendo a todo aquel que osaba desafiarte, a ti, a una líder, «la líder de la manada».
Al principio me costó entenderte, tú tampoco me entendías a mi. No fue fácil, es verdad. Pero como casi todo lo difícil en la vida… mereció la pena.
Contigo aprendí a entender, a educar y a disfrutar de un auténtico husky.
Juntas descubrimos el Mushing.
Me has dado uno de los mejores equipos de huskys de España, tú eres para siempre parte de este equipo. Un equipo que me hace disfrutar de cada entrenamiento, de cada paseo, de cada momento de relax…, un equipo que me ha subido muchas veces al podium, un equipo que ha demostrado una y otra vez que si yo lo doy todo puede estar compitiendo con los más grandes. Pero también un equipo que me ha enseñado que todo eso es lo de menos, porque ganemos o perdamos, lo importante es que somos un equipo, somos una manada y estamos juntos.
Cuando apareciste en mi vida no sabía qué iba a hacer contigo, cómo iba a «domar» a ese lobo indomable, a ese espíritu libre e independiente. Luego aprendí que no tenía que domarte, sólo tenía que acompañarte y tú querías acompañarme a mí. Creció un vínculo irrompible entre tu y yo, una confianza mutua, una energía que nos unió para siempre y que nadie más puede entender.
Y ahora… No sé que voy a hacer sin tí…
Te acaricio una última vez, cierro los ojos y puedo imaginarme la brisa de la Sierra en mi cara, mientras disfrutamos de los últimos rayos de sol de un precioso atardecer, como tantos que hemos disfrutado juntas en Brínzola o en la terraza de casa.
Ahora estás con Iris, e igual que me pasa con ella, cada vez que cuento mi historia, tú eres parte de ella. Y un trocito de mi corazón es tuyo para siempre.
Como decían en «La Sonrisa Nórdica», donde te encontré, ahora eres libre para volar al arco iris.
Podría decir mil cosas más, pero tú ya las sabes, y los que me conocen saben lo que significas para mí. Así que solo te digo «GRACIAS», porque me has hecho feliz, porque me has hecho volar, porque me has dado tu vida, por elegirme, porque me has cambiado la vida.
Jamás te olvidaré.
Missing You.
Mushing You!
Mucho ánimo! Todo el apollo de la chupipandi!!
Gracias Guillermo
Hasta siempre Kira
Gracias Libertad
Lo siento muchisimo Elena!! Un besazo muy fuerte!
Muchas gracias Rodrigo
Bonita expresión de sentimientos tan profundos de amor. Te felicito por sentirlos y disfrutarlos aunque en este momento te poduzcan dolor y tristeza, me enternece muchisimo.
Gracias