¿Y tú? ¿Cómo acabas la temporada?

Tras la última carrera en la que decides competir acaba la temporada, empieza la primavera, se acerca el verano, con el sol y los días de calor…

Y llega el momento en el que el musher tiene que decidir en qué momento «deja de entrenar» y cómo lo hace.

Marco entre comillas lo de dejar de entrenar, porque algunos no dejan totalmente de entrenar en ningún momento, y es que hay varios modos de acabar la temporada.

En primer lugar estarían los que cuando corren la última carrera paran del todo, cuelgan el arnés y la línea de tiro y hacen otras actividades con sus perros, dejando el mushing hasta que empiece la siguiente temporada.

Ocasión que algunos aprovechan para tumbarse a la bartola…

Podríamos hacer un segundo grupo con los mushers que «desentrenan» a sus equipos.

En este caso, sus equipos no paran de golpe, sino que preparan una serie gradual de entrenamientos, para ir reduciendo poco poco la distancia e intensidad de los entrenamientos hasta parar. Además pueden intercalar otro tipo de entrenamientos o actividades con los entrenamientos habituales.

Aquí los entrenamientos pueden ser muy variados, dependiendo de muchos factores.

Seguramente el más importante sean las condiciones meteorológicas del lugar donde vive y entrena el equipo. Si las temperaturas empiezan a ser altas pronto, tendrá que disminuir los entrenamientos más rápidamente que alguien que siga teniendo un clima frío.

Según el tipo de carreras en que compiten, si es en sprint, media distancia o larga distancia, habrá que adaptar la disminución de kilómetros en los entrenamientos. No es lo mismo pasar de hacer entrenamientos de entre 5 a 10 Km, a parar del todo, que estar haciendo entrenamientos largos de más de 40 Km y parar de golpe, o casi…

Otro punto importante es el tamaño del equipo. Para equipos de canicross, bikejoring, skijoring… que sólo tienen uno o dos perros es mucho más fácil adaptarse a hacer otro tipo de actividades, como paseos con los perros sueltos, actividades acuáticas, o entrenamientos cortos específicos para corregir algunos aspectos que hayan quedado al descubierto durante las competiciones.

Pero también influyen otros factores, como las condiciones personales y laborales de cada uno. En ocasiones es muy complicado compaginar nuestro deporte con la vida familiar y el trabajo durante la temporada, pero se hace casi imposible mantener ese equilibrio una vez acabada la temporada, lo que puede hacer que se acelere el desentrenamiento.

Por último podríamos hacer un grupo de los que no dejan de entrenar. Creo que en España no hay ningún equipo que siga entrenando durante todo el verano, me refiero a que siga haciendo entrenamientos de mushing de una distancia considerable con los perros tirando, por lo que en este grupo incluiría a los equipos que tienen unas buenas condiciones climatológicas para poder hacer entrenamientos cortos al amanecer, lo que les permite seguir entrenando también en verano.

En mi opinión, lo más importante es que cada uno sea consciente de cuáles son sus condiciones y conozca muy bien a sus perros para tomar la decisión adecuada y hacer lo mejor para sus perros. Es importante tener perros bien entrenados, pero lo es tanto o más tener perros felices.

En nuestro caso, somo de los pocos privilegiados que tenemos buenas condiciones climatológicas para el mushing prácticamente todos los días de año, aunque en los meses de verano hay que salir a entrenar antes de que amanezca para poder tener esas condiciones…

También es verdad que sólo puedo entrenar con mi equipo los fines de semana, lo que deja muchos días de descanso para los perros y muy pocos días que estando con ellos para entrenar no podamos hacerlo porque las temperaturas sean demasiado altas (con demasiado altas considero 10 ºC o superior).

Aún así todos los años colgamos los arneses al menos durante 15 días, para hacer un descanso, una especie de vacaciones antes de volver a empezar para preparar la nueva temporada.

Durante esos 15 días hacemos otro tipo de actividades, como paseos largos o excursiones, visitamos algún lago en el que puedan nadar y jugar en el agua, etc. Actividades que también intercalamos con los entrenamientos habituales después de acabar la temporada o durante la pretemporada.

Además adaptamos gradualmente la intensidad y distancia de los entrenamientos para ir reduciéndolos poco a poco al acabar la temporada y aumentarlos al empezar los entrenamientos de nuevo. Aunque he de reconocer que alargamos nuestros entrenamientos lo máximo posible de acuerdo a las temperaturas. Generalmente seguimos haciendo entrenamientos de unos 10 Km hasta mediados de mayo aproximadamente… Pero, ¿cómo no hacerlo? Si mis perros están deseando que les ponga el arnés, sigue haciendo frío (¡incluso sigue nevando!), y yo también disfruto con cada entrenamiento con ellos!

Mushing You!